Elegir entre las diferentes etapas, sea en blanco, verde o entrega inmediata, es una decisión que se debe tomar según una serie de factores que no vienen explicados en ningún manual de inversión. Aquí algunos consejos de expertos.
Comienza el año y con la calma del período estival, ya muchos tomaron la decisión de invertir su dinero en bienes raíces. Donde lo primero es asesorarse para tomar la mejor alternativa de acuerdo a las posibilidades.
El grado de construcción en el que se compra una propiedad afecta directamente al precio de venta de bien raíz. Las etapas en las que se puede comprar son tres, en blanco, cuando el proyecto se encuentra sólo en papel, en verde, donde ya se ha comenzado la construcción y se cuenta con los permisos de edificación municipal y, la entrega inmediata donde el inmueble ya se encuentra construido y se encuentra listo para ser habitado.
Las constructoras e inmobiliarias trabajan diariamente para que estas modalidades de venta tengan diferentes beneficios para quienes compran, así las hacen atractivas y el cliente finalmente es el que debe elegir de acuerdo a sus necesidades habitacionales del minuto, situación bancaria actual, y capacidad de pago mensual.
Para Sergio Arcos, Gerente General de Reistock.com, empresa de asesorías en inversión inmobiliaria, “es recomendable invertir en proyectos en sus primeras etapas, es decir, en verde y blanco, para así comprar las primeras unidades, pudiendo promesar al primer valor de mt2 del proyecto, lo que garantiza la mejor rentabilidad desde el proceso de compra”.
Además, comenta, “comprar en figuras tempranas de venta te permite poder pactar el pago del pie, por lo que financieramente, quienes son capaces de tener un ahorro mensual de un promedio de 200 mil pesos al menos, sumado a la existencia de una pre aprobación bancaria, pueden promesar un inmueble que se entregará posiblemente en uno o dos años más y llegar a ese día con el 20% del pie, ya pagado”.
En qué fijarse, principalmente en la ubicación, ya que para el profesional “generar una buena rentabilidad comprando propiedades bien ubicadas, en sectores de alta demanda de arriendo, y con buenas conexiones de transporte, además de servicios es fundamental”.
Y continúa, “los precios en relación a las entregas inmediatas, bajan en promedio un 10% de lo que van a terminar costando, por lo que es una buena alternativa para quienes pueden programar la compra en tiempo, como quienes buscan un departamento como inversión, los cuales en su mayoría buscan asegurar una mejor jubilación”.
Recomienda, además, solicitar las especificaciones de la unidad que se va a comprar, de manera de reducir la brecha entre expectativas y realidad.
Para las entregas inmediatas, el punto de observación debe ser otro, puesto que la propiedad ya ha sumado valor desde que comenzó el proyecto en sus inicios. No obstante, lo que se paga es la certeza de ver y certificar que lo que estoy comprando es efectivamente lo construido. Muchas personas optan por esta alternativa cuando cumplen con los requisitos, ya que deben tener el pie disponible y aprobación hipotecaria. El foco acá no es el precio, si no la certeza de saber que se concretará el negocio lo más pronto posible.
La entrega inmediata busca por un lado satisfacer la pronta necesidad habitacional, cuando se desea para este efecto, y o por otro, el retorno de los dividendos de manera más inmediata, puesto que rápidamente la propiedad escriturada e inscrita puede empezar a arrendarse.