A las redes sociales de Tantea llegó una consulta que llamó de inmediato nuestra atención. Nos preguntaban si, al momento de refinanciar un crédito hipotecario con un banco, éste puede exigir tener (o abrir) una cuenta corriente para mantener la tasa cotizada.
Para esto respondimos que es extraño que exijan la apertura de una cuenta corriente para sólo cotizar la tasa, sin embargo, es normal que los bancos den una tasa preferencial si se apertura cuenta corriente, con la adquisición de tarjetas de créditos y tal vez otros productos financieros, los que en la mayoría de los casos no tendrán costos de mantención.
Estas son las conocidas “ventas atadas”, que llevaron en su momento a estar en la mira de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras. En septiembre del 2010, la entidad prohibió esta práctica y el manejar el valor de la tasa convenida por esta contratación para proteger la libre elección de los clientes. La banca reaccionó, alegando que la práctica permitía que el cliente pudiera acceder a una mejor tasa hipotecaria. Dos meses después, una circular también incluía el cese de las llamadas «ventas conjuntas» (las que permiten al consumidor elegir o no contratar una cuenta corriente o una tarjeta de crédito para el pago mensual del dividendo).
En la actualidad se puede pedir un crédito hipotecario con o sin cuenta corriente, y no debería haber inconvenientes, pero la tasa de interés de los que tienen cuenta corriente podrá ser preferencial. Y ésta, muchas veces, incluirá un “kit” de cuenta corriente, línea y tarjeta de crédito. Por ello, siempre es aconsejable consultar si trae aparejados cambios en los valores del crédito.
Entre las razones que se esgrimen para que esta práctica continúe, están las técnicas y las que citan las “normativas internas” de las instituciones financieras. También el hecho de que el banco asegura el cobro del dividendo a través de la cuenta corriente, lo cual es y debe ser opcional para los clientes.
Por todo esto, siempre se recomienda leer en forma detallada cada contrato que se les entregue, buscar respuesta clara a todas las dudas que se puedan tener y consultar a especialistas en caso de quedar insatisfecho. Todo sea para evitar desagradables sorpresas posteriores y poder realizar los trámites que conlleva un crédito hipotecario sin inconvenientes.